Peter Pan me ofreció volver a volar...

Peter Pan ya no llega a mi ventana a ofrecerme volar, ahora lo hace por mensaje de texto. El niño que tiene miedo a crecer me invitó a volar hasta el País de Nunca Jamás, gracias a los "poderes"de unos extraños polvos mágicos.
Ofrecía olvidarnos por algunas horas de la tristeza, la depresión y el estrés pos separación.
Pero antes de tomar tamaña decisión decidí leer la etiqueta del envase en donde guardaban estos polvos mágicos que decía: "Vuele directamente al País de Nunca Jamás sin escalas, esté por algunas horas en los brazos de la ensoñación, evadiendo la realidad.
"Hacerse el maje" nunca fue tan fácil.
Dosis: disperse los polvos sobre la cabeza, ojala puedan caer por todo el cuerpo, especialmente por el corazón, que es el motor que hace que se cometa esta locura.
El producto ofrece efectividad inmediata, usted volará por los aires hasta los recónditos lugares del más allá. Pero eso sí, ojo con los efectos secundarios, entre más suba, más será el huevazo que se lleve al caer.
Este producto no se hace responsable del hondo vacío que quedará en su corazón al regresar nuevamente a la realidad."

Le regresé el envase a Peter y decidí que no lo iba a acompañar. No más vuelos, por lo menos no de esta forma.
Cuando decida volver a volar de nuevo, lo haré por medios más seguros, con un cinturón que abrace todo mi ser y con un pasaporte de amor incondicional, que funcione en las buenas y las malas, con una visa dada por el departamento de compañeros de vida, y que no expire a las pocas horas. Esa fue mi decisión...